2020
Año Internacional de la Enfermería
Año Internacional de la Sanidad Vegetal
Por Ana Lanza
17 de abril del 2020
No está siendo fácil, es verdad, el encierro, la distancia con los afectos, la dificultad para el abastecimiento, la inactividad, la soledad… no, no está siendo fácil.
Yo me llevo bien con varias de estas condiciones, vivo sola y no padezco la soledad, estoy acostumbrada, en última instancia es una elección mía, no tengo familia así que, cuando digo de la distancia con los afectos, es comprendiendo lo que me cuentan amigas mías que extrañan a sus nietitos… esto es muy fuerte, me doy cuenta.
La inactividad es también una elección mía, así que ahora no correspondería que me queje de no poder salir a caminar, ir al gimnasio, o a la pileta, salir a andar en bici… (Ese siniestro artefacto con dos ruedas donde no me explico cómo alguien hace equilibrio), no me siento encerrada, esto reconozco tiene que ver con que vivo en un departamento con mucha vista a la calle.
Creo que las medidas de aislamiento son buenas y yo lo respeto en su totalidad. Esto me condujo a estrechar vínculos con la computación, ya hacia muchas cosas como los tramites bancarios por la página del banco. Ahora también tengo mis claves y usuarios para pedir al supermercado, a la farmacia, recibir mis recetas por foto en celular… ayudo a amigas a las cuales les cuesta esto de internet más que a mí, enseñándoles o realizándoles el trámite desde mi compu.
Lo que si me enoja mucho es ver que el nivel de idiotez de la gente, es aún mayor de lo que siempre supe, es terrible ver que yo tenía un concepto tan suave, y la realidad es mucho más densa.
Me enoja porque yo soy, por mi edad, parte de ese grupo etario con menos tiempo a futuro, entonces la desidia ajena que va en perjuicio propio, pero además hacen daño a los demás. Si a ellos nos le importa contraer el virus, a mi si, hago todo lo indicado para ponerme a salvo ¿y lo va a estropear un grupo de imbéciles?, como el vecino que mientras sacaba el auto de su cochera dejó su asqueroso escupitajo en la vereda, o el que lleva un barbijo suelto, debajo del mentón, o la que pasa tres veces por tarde simulando ir a hacer compras. O por supuesto el inadaptado que quiso ir a surfear, o la bomba de hormonas que se escondió en el baúl de un auto para ir a ver al novio.
No basta… la lista es inacabable…
Todos mis codazos para Uds.
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